A la venta, los más baratos.
Las mujeres y niñas que viven solteras o divorciadas sin marido, si no están empleadas y no pueden demostrar suficiente dinero en su cuenta, es decir, que no pueden cuidar de sí mismas (económicamente), deben informar este hecho a la policía. A más tardar 3 días después de que se haya producido la situación, se les confiscarán inmediatamente todos los bienes pequeños restantes y, dentro del día siguiente, deberán acudir a la "Sala de subastas", donde se pondrán a la venta. Hay que ir al "campo de trabajo". A partir de aquí no se suelen realizar subastas porque las mujeres se desgastan muy rápidamente y pierden su valor. La gran mayoría de las mujeres no intentan atraer compradores potenciales. Las mujeres que poseen más dinero o propiedades pueden posar en la subasta con zapatos prestados. Esa es la ley.